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Sobre "Lo que el silencio puede darnos" por Tomas Litta

Algo pide silencio del otro lado. Algo agoniza incesantemente. Y ante la agonía también está la resistencia. Ahí, en ese rinconcito descansan las palabras de Nadia, bálsamo y pólvora al mismo tiempo.


Nadia, nube eléctrica, nos envuelve en un universo que combina recortes, relatos, diarios, y poesía. Lxs sujetxs se envuelven en triángulos amorosos y se confunden como quien entra a un bosque con los ojos vendados. Ellxs no llevan nombres ni género; solo letras que se invocan en un canto continuo. Los amores se entretejen y se desperdigan, se extrañan entre ellxs, buscan explicarse, encontrar un lugar. Y también buscan liberarse, pero al mismo tiempo, víctimas y victimarixs, en un gesto sbarriano y fatal, se encarcelan en la jaula que ellxs mismxs construyen. 


Entrar al bosque es habitar la pérdida, es escurrirnos entre los dedos de una amante que tan solo pretende explorar lo que la rodea. Y la complicidad de Nadia está en darle esa voz que no quiere explicar sino sostenerse en la contemplación, en ese poder de captación milimétrico del mundo que habita. Y ahí aparece el silencio como el único camino posible.


Este fanzine habla de amor, sí. Pero va más allá. Es una búsqueda interna, la construcción de un bosque propio. Esta historia habla del lenguaje como refugio, como el único sitio que puede protegernos. Las palabras funcionan como dagas. Y con su doble filo, de tesoro y silencio, nos dejan construir algo parecido a un escudo. Ahí, entre el fuego y las flores de uno o mil amores muertos, Nadia nos dice, en una suerte de mantra que se nos graba en la piel, que “todo lo que existe deja su marca”. 


Y bien lo sabemos, porque de este bosque también somos parte, y quedamos marcadxs. Lo que el silencio puede darnos es la edificación misma de la ausencia. Es un sendero que nos comunica con nosotrxs mismxs y que se hace carne (o rama) adentro y nos deja bajo el misterio de todo lo que callamos. Acá hay una única certeza: somos todas nuestras ausencias. Y lo que el silencio puede darnos apenas empezamos a descubrirlo. 




*Texto escrito para la presentación del zine



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